Es claro que para el actual gobierno la doctrina de la seguridad democrática es clave para llevar a cabo su plan de gobierno, idea que también es compartida por los grupos paramilitares del país quienes basan sus acciones en una lucha contra la insurgencia en el marco de esta doctrina de la seguridad democrática.
El fenómeno paramilitar se dio como un proceso de privatización del ejercicio de la fuerza, de la ley y la justicia por sectores afines a los propósitos y razones de estado ante la incapacidad del mismo para operar en contextos regionales en el marco de los parámetros institucionales existentes. Así pues el estado y sus fuerzas armadas son responsables del surgimiento y desarrollo del fenómeno y de los crímenes cometidos por el mismo.[5]
La anterior idea empata de manera singular con las causas que llevaron a la construcción del fascismo, ya que este es considerado de cierta manera como una consecuencia de la ineficiencia del estado, y recordemos que el atractivo del fascismo esta dado en gran medida por sus nuevas propuestas, ofrecían caras nuevas y soluciones concretas a una crisis en la que se sumergía su nación.
Sabemos entonces que el paramilitarismo es un fenómeno producto de la ineficiencia del estado, pero concretamente ¿Qué es el paramilitarismo y porque puede ser una nueva manifestación fascista? El paramilitarismo es el resultado de la violencia ocasionada por grupos armados ilegales, frente a esta violencia y a la aparente ignorancia del estado ante esta , se crean grupos armados insurgentes que buscaban defender sus propiedades de estos grupos subversivos en el país, lo particular de los grupos paramilitares es el pacto de estas organizaciones ilegales militares con las elites del país y con personajes políticos lo que dio origen al llamado escándalo de la parapolítica, además de publicaciones que conectan a grupos paramilitares con el ejército colombiano[6]
El paramilitarismo está ligado a la institucionalidad militar, centra su accionar en la lucha militar y social contra la subversión en el marco de un afianzamiento territorial. Además de esto también se ha visto al paramilitarismo como un proyecto político con capacidad de entrar a disputarle el poder a la elite tradicional con apoyo indiscutible del narcotráfico.
En este punto hago una aclaración importante en la que me remonto a la capacidad del fascismo para legalizar sus acciones delictivas. El fascismo se empeña en penetrar entre las masas, para crearse entre ellas su respaldo ideológico, político y orgánico, este fue el caso de España en su etapa fascista, y que tuvo grandes e importantes simpatizantes en tierras colombianas, como el ex presidente Laureano Gómez[7]
Hablamos del fascismo como una configuración social, es un nuevo orden interno que llega al poder de manos de las derechas políticas, el partido conservador y de ultraderecha se convierten en el padrino del fascismo, aunque aclaro que los precursores del fascismo y su múltiples seguidores se consideraban a-políticos, idea que también hizo atractivo el partido.
Caracterizada esta ultraderecha en el poder por ser un partido fuertemente disciplinado, jerárquico, con capacidad de represión nacional, habilitado además por fuerzas estatales de represión: la policía, el ejercito, unidos a sus propios grupos de control, y haciendo más fuerte el poder represivo con el accionar de los medios y en algunos casos con la utilización de sectores eclesiásticos.
Retomo el tema de la violencia como medio legal, idea que me parece de vital importancia en el desarrollo del fascismo y que me permitirá hacer una clara comparación entre esta ideología fascista y el accionar del gobierno colombiano.
Por esto voy a abarcar en este punto el proceso de desmovilización de los paramilitares, aclaro en este punto que los paramilitares son la elite del país, es una conformación de pactos entre líderes nacionales en la economía y la política; ganaderos, finqueros, agricultores entre otros quienes buscan defenderse del ataque subversivo y buscan así formar un proyecto político que permita legalizar sus acciones. Así en mediada de que el proyecto paramilitar comienza a crecer con ayuda del narcotráfico y otras fuentes de financiación las cuales en principio fueron aportes voluntarios de sus adinerados miembros, se van legitimando sus acciones y van obteniendo mayor protección política centrando toda su atención en la elección popular de alcaldes y dirigentes poniendo así la mayor cantidad de dirigentes en los distintos sectores del país, estableciendo un control regional en su ejercicio autónomo del poder.
Ante esto se ha establecido un control a estos grupos ilegales pretendiendo su desmovilización a cambio de un plan de reinserción a la vida pública de estos militantes antisubversivos y derechistas. Pero en el proceso de desmovilización es necesario tener en cuenta que el poder económico, alcanzado por el fenómeno paramilitar no se desmoviliza, si no que entra en una etapa de legalización que favorece a sus elites convirtiéndose así en un poder determinante no solo en el ámbito económico, sino también en los aspectos de control social y político.
Analicemos entonces que ahora existen nuevas elites al mando de determinadas regiones del país y que las viejas elites han sido reorganizadas ideológicamente para sostenerse y así mismo también han sido sometidas por la fuerza , destruidas o desplazadas para darle paso a un modelo de control político soportado en la violencia y el temor de la población.
Hallamos aquí un eje claro de la influencia fascista en nuestro actual gobierno, el paramilitarismo es un fenómeno que nos permite analizar claramente esta influencia, no solo por su militarización si no por su proyecto político de derecha que se inclina claramente por un régimen de homogenización ideológica y política soportado en una violencia que se desmoviliza físicamente pero que sigue permanente en las poblaciones como un referente de terror que determina sus comportamientos sociales y políticos, fundamentada esta violencia en la idea de "seguridad" como fundamento de la democracia y el desarrollo económico y social de la nación.
Hitler no fue el único que militarizo el país, en pro de una defensa preventiva, en nuestro país también se hace. Es claro que la inversión que hace el gobierno en programas de militarización son en grandes proporciones, basado este hecho en el discurso de seguridad democrática y en la legítima defensa contra el enemigo común, contra quienes se marcho y se protesto en una multitudinaria marcha que pidió un cese al fuego y que la derecha convoco soportándose en la clara influencia de los medios de comunicación, así como en su tiempo también lo haría Mussolini capaz de movilizar multitudinarias masas.
Creación de un enemigo común y la guerra contra el terrorismo
El fascismo necesitaba de un enemigo común contra quien movilizar a sus seguidores y quien fuera también el único culpable de la crisis de la que el partido salvaría a esta nación, además también de la búsqueda de temores comunes.
Se dice que los fascistas no inventan los mitos y los símbolos que componen la retórica de sus movimientos, si no que eligen aquellos que se adaptan a sus objetivos dentro del repertorio cultural de la nación.[8] Partiendo de este hecho el gobierno colombiano encontró su base para la movilización homogénea de las masas en el odio hacia los crímenes cometidos por los grupos subversivos ilegales[9]ignorando a grupos paramilitares basados en el hecho de su discutida inexistencia. Dejando así un solo problema común al cual atacar haciendo invisible los demás y siendo la solución a este problema, la solución a la crisis.
Como herramienta de una nueva forma de fascismo germinante en la actual Colombia, es la reiteración que ejercen los medios al optimizar la figura del héroe y del villano, las hacen famosas, de cierta manera nos dicen en que creer y en quien no creer.
La guerra contra el terrorismo ha sido uno de los proyectos que junto al de la seguridad democrática se basa el gobierno actual. Pero esta guerra antiterrorismo se ha convertido en una guerra preventiva que encarcela a sospechosos de terrorismo.
Hitler ya estando en el poder capitalizo el temor generalizado al "terrorismo" comunista. Tuvo apoyo del presidente Hinderburg quien firmo un decreto para la protección del pueblo y del estado, valiéndose de los poderes de emergencia que le otorgaba el artículo 48. El decreto que surgió después del incendio del Reichstag suspendió toda la protección legal de la libertad de expresión, de reunión, de propiedad y personal, permitió a las autoridades detener a sospechosos de terrorismo a voluntad y dio autoridad al gobierno federal para el control policial de los gobiernos de los estados.
En similitud con este uso arbitrario de la ley para la detención y posterior eliminación de opositores al estado nazista en Alemania y a nuestro gobierno, cito un caso que denunció el CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular) en el año 2008 después de la captura de profesores de universidades públicas bogotanas, estudiantes y miembros de organizaciones no gubernamentales, y a quienes según el CINEP se les violo el derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales y manifestaron que en el marco del Estado de derecho la supremacía de los derechos debe estar siempre por encima de la "lucha antiterrorista".[10] "Hemos recibido información de abogados de las personas privadas de la libertad, quienes resaltan la prohibición impartida por la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía General de la Nación, para conocer las pruebas que existen en contra de las personas procesadas. Este hecho afecta el ejercicio de los derechos al debido proceso y defensa, lo cual podría tornar en arbitraria la privación de la libertad, conforme a los parámetros indicados por el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas". Así manifestó el CINEP su preocupación por estas persecuciones a presuntos terroristas e intelectuales, acusados por el delito de rebelión.
Expuestos los anteriores elementos que conectarían al gobierno colombiano con una ideología fascista, responderé la pregunta que plantee al inicio de este ensayo.
Parto de establecer al fascismo como una configuración social sustentada en el fallo de un orden político establecido y envejecido que no logra cumplir las expectativas de un pueblo en crisis que busca afanosamente salir de esta. El fascismo ofrece rostros nuevos a este público cansado. También ofrecían una vía para superar el clima de desorden que los propios fascistas habían ayudado a crear.
En suma los fascistas ofrecían una nueva receta para gobernar con apoyo popular pero sin tener que compartir el poder con la izquierda y sin poner en peligro los privilegios económicos y sociales conservadores, por su parte, retenían las llaves de las puertas del poder.
Expuesto esto puedo concluir que Colombia parece ser el escenario perfecto para la germinación de esta doctrina que parte de su base de poder en la centralización del poder, y de la dominación de la clase media y la obtención del poder permitida por la violencia y por la creación de temores y prevenciones que a la larga se convierten en mecanismos de control, haciendo la ideología autoritaria y homogénea.
Es claro que en Colombia el fenómeno de la violencia no es ajeno y que hemos estado en una constante crisis y en una guerra disfrazada por una capa de humo expuesta por los medios de comunicación buscando la "idiotizacion" de las masas, proceso que beneficia claramente a un estado ligado con el fascismo y prospero a la construcción y germinación de nuevas formas de este.
Pero esta influencia fascista no es actual. Colombia se ha visto sumida en este parasito fascista desde el principio con Bolívar y su doctrina anti migratoria y proteccionista, con la instauración de la constitución de 1886 y con la clara simpatización con este movimiento de Laureano Gómez.[11]
Es nuestro deber como colombianos educarnos, para comprender la naturaleza de estos fenómenos que son parásitos ocultos y rastreros que no muestran su cara real hasta que son irreversibles. El fascismo es el error más grande cometido dentro de la historia, por eso debemos aprender de este para no repetirlo y no dejarlo germinar en nuestra agobiada nación.
Es cierto que nuestro gobierno está plagado de personajes que nos mienten y roban descaradamente, pero en nuestras manos está la abolición de estas prácticas antidemocráticas, como la violación que se le hace al estado y a la constitución cuando se convoca al proyecto de ley que permite reelegir a nuestro presidente por un periodo más.
También es claro que nuestro presidente no es un precursor de la paz si no de la guerra, por eso es necesario buscar métodos y soluciones que nos lleven a la reconstrucción de nuestra nación y de nuestra cultura guiada a un sentimiento de paz y donde sea abolido el egoísmo, donde claramente la democracia tenga una base moral solida que permita una construcción democrática del estado.
Bibliografía
Castellanos, O. Del fascismo al neofascismo: Colombia y la experiencia laureanista. Bogotá : Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Sociales, 1985.
Henderson, J. cuando colombia se desangro. Bogotá : El Ancora, 1984.
Paxton, R. O. Anatomia del fascismo. Barcelona : Ediciones Península, 2005.
Plinio Apuleyo Mendoza, A. C. En qué momento se jodió Colombia. Bogotá : Editorial Oveja Negra, Editorial Milla Batres, 1990.
Turbay, E. Y. ¿Por qué somos asi? Bogota:Editorial
Temis S.A.,reimpresion,2004.
Autor:
María José Cogollo
[1] Para m?s informaci?n sobre este concepto v?ase: En qu? momento se jodi? Colombia, La violencia como m?todo, Antonio caballero, p?g. 132
[2] Un ejemplo se puede encontrar en el siguiente enlace: http://www.youtube.com/watch?v=D734fGtwG3Q
[3] Concepto expuesto m?s claramente en: Del fascismo al neofascismo: Colombia y la experiencia laureanista,Octavio castellanos, p?g. 15
[4] Anatom?a del fascismo, Robert O. Paxton, p?g. 110
[5] Cuando Colombia se desangro, James Henderson, El narco-paramilitarismo. L?gicas procesos en el desarrollo de un capitalismo criminal, Carlos medina gallego, p?g. 134
[6] Ver informaci?n el siguiente enlace http://www.rebelion.org/noticia.el-ejercito-colombiano-daba-apoyo-a-los-paramilitares-de-las-autodefensas-unidas-de-colombia.
[7] Del fascismo al neofascismo: Colombia y la experiencia laureanista,Octavio Castellanos.
[8] Anatom?a del fascismo, Robert O. Paxton. p?g. 52
[9] Con esta idea pretendo explicar la movilizaci?n contra el enemigo com?n en el pueblo las FARC, en el caso concreto de Colombia. Aunque tambi?n se ven manifestaciones de rechazo a los opositores del gobierno.
[10] Comunicado sobre las detenciones en Universidades p?blicas, Mauricio Garc?a Dur?n S.J. Director CINEP. Bogot?, Noviembre 14 de 2008.
[11] Del fascismo al neofascismo: Colombia y la experiencia laureanista,Octavio castellanos.
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